Hoy queremos aportarte una tabla donde se resume qué alteraciones (bemoles o sostenidos) tiene cada…
La intensidad del sonido en la música como cualidad
Si en un artículo anterior te hablábamos sobre las características del sonido, ahora queremos ampliar esta información y exponerte por qué la intensidad es también una cualidad a tener en cuenta al escuchar una pieza musical.
Contenido de este artículo
¿Qué se entiende por intensidad en la música?
En música, la intensidad es la cualidad que te permite apreciar los matices del sonido y distinguir entre uno suave y otro más potente. Procede, directamente, de la fuerza que se le aplique al cuerpo que genera el sonido y de la distancia que haya entre el instrumento o el altavoz correspondiente y tú.
Como ya te indicamos, la intensidad acompaña a la altura, el timbre y la duración como cualidades del sonido, pero nos gustaría que la entendieras más como una cualidad que como una mera característica.
Desde el punto de vista acústico, depende del grado de amplitud de las vibraciones generadas. Sí, está ligada a un nivel de decibelios determinado y no hay que olvidar que disciplinas como la psicoacústica denominan a la forma en la que recibes la intensidad musical como sonoridad.
Grados distintos
La intensidad tiene distingos grados, gracias a la propia dinámica de la pieza musical que escuches. Es decir, existe un matiz específico que afecta a cada estilo de música o pasaje de la obra que estés escuchando.
Error muy común
Suele ser bastante habitual confundir intensidad con volumen y pensar que este último no varía. Esta conclusión es totalmente cierta al escuchar una grabación, pero no cuando vas a un concierto de cualquier tipo de música.
Es en la música en directo donde es más fácil apreciar distintas intensidades que también pueden combinarse en piezas de música clásica o en un género musical como el jazz, por citar dos ejemplos.
Intensidad, ¿una virtud?
Y he aquí por qué consideramos que la intensidad es una virtud: porque ayuda a generar momentos distintos durante la escucha y resulta imprescindible para que experimentes sensaciones diversas en cada pasaje.
Por lo tanto, dependerá del compositor el elegir cuándo quiere que tú sientas algo específico gracias a los cambios de ritmo, a las alteraciones sonoras y a los recursos arriba indicados que tienen como denominador común la intensidad.
De manera que, cuando escuches música a partir de ahora, no te centres solo en el volumen o en aspectos más técnicos, sino también en las distintas maneras existentes de sentir algo distinto. Seguro que tienes la capacidad necesaria para apreciar la intensidad del sonido y disfrutar de los matices que convierten una composición en una excusa perfecta para poder disfrutar al máximo de tus artistas o compositores favoritos. No dudes en identificar los cambios de sonoridad y no tardarás en dejarte llevar por la música y en comprender mejor la idea que tuvo el compositor.
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